lunes, 18 de enero de 2010

Estar..

Estoy jodida pero contenta.

A estar jodida se acostumbra una. Estar jodida significa no saber qué coño hacer con tu mierda de vida, con tu mierda de letras, con los días largos y aburridos, con los agujeros negros, con la soledad, con la piel fría. Estar jodida significa pasar los días de cara a la pared, y vomitar, en sentido metafórico, al reflejo de un espejo sucio de cualquier baño, y tomar decisiones absurdas y saber que no vas a llegar a ninguna parte, así no, y rendirte por segundos y decidir que tienes que espabilar pocos segundos después y ahogar la mierda en vasos de ron y tercios de cerveza, y cultivar patatas en absurdas pantallas de ordenador y escupir el desprecio que atesoras para no ahogarte y seguir aunque sea sin ganas y a pasos de ratón.
Estar contenta significa no saber qué coño hacer con tu mierda de vida pero no dejar que importe, ser capaz de coger esa llamada de teléfono, contestar mensajes y mails al momento, andar despacio y con miedo pero sin dudas, y decirte "las cosas están bien así, atrévete", y pasar la noche en habitaciones desconocidas y dormir en Madrid en pleno enero con la ventana abierta y nada de piel fría y dejar que alguien te tome de la mano y apretarla y respirar y no dormir hasta que ese alguien te calma compartiendo tu espacio y no querer salir corriendo sino estar.

Estar.

martes, 12 de enero de 2010

Mierda..

Últimamente todo me huele a mierda.

La calle huele a mierda, la gente huele a mierda, los ricos huelen a mierda, incluso la administración de loteria que hay al lado de casa huele a mierda.

Yo huelo a mierda.

Y me hundo y me hundo y me hundo, y lo único que entiendo de todo ésto es que lo que más necesito ahora, en este preciso momento, es una patada en el culo. Para salir de mi mierda de mierda. Y tomar aire.

Pero cuidado, no me vayáis a meter el pie en el agujero, no estoy hablando de niculismo. Hoy no.

Aunque ganas me dan de volver a meterme toda esa mierda por el culo. Siempre fui muy dada a los procesos inversos.