domingo, 28 de febrero de 2010

Puaj..

Los sábados tienen un algo de desconcertante que no llega a gustarme. Sobre todo cuando van precedidos de viernes en los que pierdes el control y lo único que te apetece es beberte toda tu mierda a morro. Y lo haces. Lo haces con tanta ansiedad que cambias el estómago de sitio. Y pasas todo el sábado intentando encajarlo de nuevo.
Hasta hace un rato era sábado. Hasta hace un rato he estado intentando recomponerme. De la cabeza a los pies. Del cerebro a las entrañas. Ninguno de mis intentos ha dado resultado. Y el reloj ha dado paso a un domingo que imagino tan estúpido como este sábado acabado. Tan estúpido como casi todas las horas que paso intentando encontrar respuestas a preguntas que no la tienen.

Así que voy a tomarme unos cuantos días de vacaciones. Voy a dejar todo eso de lado. Todas las preguntas.

Estoy harta de tanta gilipollez y de tanto gilipollas. La primera yo.

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