jueves, 5 de febrero de 2009

El nudo

Anoche finalmente pude sentirlo. Ocupando un espacio que no le corresponde. Entre mi pecho y mi espalda.
Es un enorme nudo. Si a mi sueño podía ponerle nombre, a éste incluso puedo añadirle apellidos. Y afiliación a la Seguridad Social.
Pero sigo sin saber qué lo ha provocado. Y si lo sé, no quiero darme cuenta.
Ahora, en mi lista de cosas pendientes, he apuntado "llamar a Iker Jiménez", a ver si consigue resolver el misterio.
Si él no es capaz, también puedo ponerme en contacto con Carlos Jesús, o con la bruja Lola, o con la señora esa del tanga (no puedo quitarme esa imagen de la cabeza, dios!) o alguno de estos pseudovidentes y contactantes con energías extrañas que habitan entre nosotros, a pesar de sus poderes.

El caso. Que tengo un nudo.
Y sigo teniendo sueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola “Lengua”, quiero decir Diccionario de mi lengua Española o no, si soñaste con un “nudo” no le tienes que dar más importancia que la que tiene un sueño, es decir, si soñaste con un “nudo” la preocupación es menor a tu inquietud soñada.
El “nudo” es una forma más en el vestir. Soñar con un nudo, es un síntoma de ir realizando tus objetivos, esto es, deshacer nudos como el propio nudo de una corbata o deslazar el nudo de un barco o yate zarpando a conquistar nuevas rutas. Es, como se dice, una ayuda a corto plazo objetiva y practica.
El “nudo” atar nudos, como atando cabos, demuestra una naturaleza independiente, en que nada y nadie, ni tu cónyuge, te dominen.
En cuanto a Jacinto, el nombre de tu sueño, deseoso está de verse la cara contigo. Mejor aún, ansioso está de complacer tus sueños durmiendo en ti, mimándote; adormeciéndote. Besándote.